Una noche, un momento, tan solo un
minuto harán que todo cambie, que lo blanco se vuelva negro, y que las risas
sean lágrimas. Momentos que saben traer recuerdos llenos de emociones, para
cometer errores, para caer y saber levantarse, tal vez algunas cosas mejores
pero no del todo, tal vez eso que llamas sonrisa desaparezca, tal vez estás
pero nadie te ve, tal vez mereces vivir, pero tal vez no.
Estás del todo sola, no sabes que hacer,
te sientes encerrada y aturdida, sin una respuesta lógica a la pregunta que te
haces a diario; sin una justificación de porqué te juzgan tanto.
Tan solo queda una hoja y un lápiz a tu
lado para escribir lo que alguna vez sentiste, lo que sientes y no te deja
salir adelante, lo que genera hacerte daño, lo que a diario hace que rompas un
espejo, e incluso una sonrisa, y que de alguna forma no le encuentras salida.
Mientras una lágrima cae, escribo con
dolor lo que alguna vez me hizo daño, lo que hace que me sienta insegura de MÍ,
y de lo que me quejo a diario sin un porqué.
Hoy soy más débil que ayer, hoy sonrío
más que ayer, hoy intento ser mejor que
ayer aunque es difícil, e intento no odiarme para así sentirme un poco mejor e
intentar superar ‘Porqué soy así’.